CCOO del Hábitat | 3 mayo 2024.

CCOO del Hábitat inicia su campaña permanente contra la violencia machista

    Desde la secretaría de Mujer se lanza el escrito “Esto también es violencia Machista: El acoso sexual”

    24/11/2023.

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    El acoso sexual es una de las formas más graves de discriminación por razón de sexo. El 88% de las víctimas de acoso sexual en cualquier ámbito son mujeres, siendo hombres la mayoría de sus victimarios. Se trata de una problemática que debe abordarse desde una perspectiva feminista para entender la raíz del problema y así combatirlo.

    Cualquier tipo de comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual y que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo, debe ser identificado como acoso sexual.

    A veces, y especialmente por el inadecuado tratamiento que se le ha dado históricamente a este tipo de violencia, se percibe como conductas aisladas. Pero, en realidad, se inscriben en un contexto de desequilibrios de poder entre sexos y responden a una estructura social patriarcal. Es un fenómeno social que se manifiesta de diversas formas, a veces directas y otras indirectas, de manera esporádica o continuada y de intensidad variable. Algunas de estas formas son más evidentes, pero a menudo se produce en formas más normalizadas y por ello es necesaria una importante labor de sensibilización social para que todas y todos seamos capaces de detectarlas y erradicarlas.

    Entre las formas en las que se manifiesta el acoso sexual, se encuentran las miradas insistentes o lascivas que provocan sentimientos de intimidación, el envío o muestra de imágenes o fotos sexualmente explícitas, las bromas sexuales, los comentarios ofensivos sobre el cuerpo o la vida privada, sugerencias inapropiadas para tener una cita o para cualquier actividad de tipo sexual, el contacto físico no deseado o exhibiciones indecentes a la víctima.

    Todas estas formas de acoso sexual también se dan en la actualidad a través del mundo digital (ciberacoso), como insinuaciones inapropiadas, humillantes, intimidatorias u ofensivas en redes sociales de internet, o a través de correos electrónicos o mensajes de Whatsapp sexualmente explícitos o inapropiados.

    El mundo del trabajo es uno de los ámbitos donde las mujeres sufren acoso sexual y como organización sindical feminista, debemos poner el foco en combatir esta violencia contra las mujeres en el trabajo para garantizar los derechos laborales.

    Según los resultados de la última Encuesta Europea de Violencia de Género (2022), 4.489.219 mujeres en España han sufrido acoso sexual en el trabajo en algún momento de su vida. Esto supone que casi el 30% de las mujeres de entre 16 y 74 años que han trabajado alguna vez en su vida han sido acosadas sexualmente, y un 58,7% de esas mujeres acosadas sexualmente en el trabajo lo han sido más de una vez a lo largo de su vida laboral, por lo que no se puede hablar de conductas aisladas.

    Es de reseñar que en este ámbito, la agresión puede venir por parte de un compañero de trabajo, un cliente o similar, o bien por parte de un superior jerárquico, lo que agrava el acoso con otros factores al existir una mayor desigualdad que condiciona a la víctima.

    Gracias a esta encuesta, conocemos que en la mayor parte de los casos, el agresor es un compañero de trabajo, pero es bastante habitual que sea un superior jerárquico. Esto debe señalarnos la necesidad de actuar desde diferentes perspectivas.

    Se deben tener en cuenta en esta problemática dos factores de especial relevancia: la falta de capacidad de identificación del acoso y la escasa denuncia de los hechos, incluso para los episodios más graves.

    En España, un 39,6% de las mujeres que han sufrido acoso sexual no se lo han contado a nadie y tan sólo un 2,5% lo denunciaron. En la encuesta europea de 2019, se destacó que un 35% de las que describieron los episodios más graves no informó a nadie de lo ocurrido.

    La invisibilidad del acoso y la falta de transparencia suponen un importante obstáculo para que las mujeres puedan sentirse apoyadas, lo denuncien y así puedan obtener ayuda. Pero también dificulta que se pueda conocer la verdadera incidencia del fenómeno. Es vital que luchemos para que las mujeres encuentren en la sociedad, y por extensión en el entorno laboral, un espacio donde se sientan apoyadas para poder denunciar el acoso sexual que vulnera sus derechos.

    Para ello, en las empresas se deben establecer medidas de sensibilización, formación y actuación, tanto para la prevención, como para la detección y la actuación ante los casos de acoso sexual en el trabajo. Se debe preparar a las personas, y en especial a la Representación Legal de las Personas Trabajadoras, para identificar este tipo de acoso en sus diversas manifestaciones. Las empresas deben adoptar protocolos de actuación ante el acoso sexual y por razón de sexo, con garantías que proporcionen a las víctimas un entorno laboral de seguridad y confianza en el que se vean respaldadas para poder denunciar su situación y recibir una solución.

    La mejor forma para la prevención y erradicación de esta violencia de género es lograr unos entornos laborales más igualitarios y libres de situaciones discriminatorias a través de la negociación colectiva y de los planes de igualdad. Desde hace un año, en CCOO contamos también con el Observatorio del acoso sexual y por razón de sexo, al que se puede acceder desde el siguiente enlace: https://observatorioacoso.ccoo.es/

    Desde CCOO del Hábitat decimos #¡No al acoso sexual! y #¡No más violencias machistas! #Vamos a contarlo