CCOO del Hábitat | 26 abril 2024.

Precariedad laboral, obstáculo para un trabajo decente en sectores feminizados

    CCOO del Hábitat destaca este hecho en este 07 de octubre, Día Mundial del Trabajo Decente

    07/10/2022.
    Precariedad laboral, obstáculo para un trabajo decente en sectores feminizados

    Precariedad laboral, obstáculo para un trabajo decente en sectores feminizados

    Hoy 7 de octubre, CCOO del Hábitat se suma a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente cuyo lema, impulsado por el sindicalismo internacional, es “Justicia salarial”. Haciendo suyos los argumentos de la Confederación Sindical Internacional, CCOO y UGT han elaborado un manifiesto con ocasión de esta Jornada contextualizando la realidad española. Una realidad que refleja la devaluación salarial y la necesidad de que se desbloqueen los procesos de diálogo social por parte de las organizaciones empresariales, mostrando la urgencia porque la inflación sea tenida en cuenta en todas las negociaciones para que se produzcan unas subidas salariales justas y suficientes.

    Mayor presencia femenina = mayor precariedad laboral

    Por ello, y con ocasión de esta jornada, desde CCOO del Hábitat visibilizamos, a través de un análisis de dos sectores a los que representa esta Federación, algunos sesgos identificados y contra los que hay que luchar. Dos actividades que cuentan con una alta presencia femenina y que vienen acompañadas de otras desigualdades.

    Es conveniente insistir en que la precariedad laboral se fundamenta, entre otros, en la temporalidad y los bajos salarios y ambas características son compartidas por las actividades de Limpieza de Edificios y Locales y de Atención Domiciliaria.

    El 75% de las personas que trabajan en el sector de Limpieza de Edificios y Locales son mujeres, tienen una edad media de 48 años, cuentan con una tasa de temporalidad del 19% y una tasa de parcialidad del 40%. Además, en la distribución por género, ellas se ocupan en un 95% en puestos elementales frente al 78% de los hombres. El 22% de los hombres restante ocupa puestos técnicos cualificados, algo que solo ocurre en el caso del 5% de las mujeres.

    Otro claro ejemplo de sector feminizado es el de Atención Domiciliaria compuesto en un 84% por mujeres, con una edad media de 43 años, una tasa de temporalidad del 28% y una tasa de parcialidad del 31%. En cuanto a la ocupación, el 55% de las mujeres se dedican al cuidado de las personas frente al 29% de los hombres. Con una representación de solo el 16% en el sector, los hombres se reparten entre los cuidados y puestos técnicos y administrativos.

    Ambos sectores, caracterizados por una mayor presencia femenina cuentan, como se ha señalado, con importantes tasas de parcialidad y una alta franja de ocupaciones de menor nivel de cualificación, siendo ambas variables, tal como señala el Instituto Nacional de Estadística (INE), las que más afectan en el nivel salarial.

    Justicia salarial

    Según la última encuesta anual de estructura salarial correspondiente a 2020 publicada por el INE en junio de este año, la ganancia media anual por trabajador fue de 25.165,51 euros. En el caso de los hombres se eleva a 27.642,52 euros mientras cae a 22.467,48 euros en el caso de las mujeres, lo que representa el 81,3% de los ingresos masculinos.

    La misma fuente indica otro dato sorprendente como es el hecho de que el 27,5% de las mujeres frente al 19,4% de los hombres, tenían un salario inferior al salario mínimo interprofesional (SMI) en 2020, lo que es consecuencia directa de que ellas trabajan en mayor proporción a tiempo parcial y lo hacen, mayoritariamente, no por opción propia. A lo que hay que añadir que el salario medio anual en la jornada a tiempo parcial fue un 59,7% inferior al de tiempo completo. Un dato más que viene a reforzar la relación directa e influencia entre el tipo de jornada y la retribución salarial.

    Trabajo decente, cuestión política y reto presente y futuro

    La evidente brecha salarial se constata tanto entre sectores, como entre ocupaciones y según género. Las mujeres cobran menos porque ocupan los puestos de trabajo con unas condiciones laborales más precarias a las cuales afecta de forma más grave la actual devaluación salarial pues los ligeros incrementos salariales acordados en el marco de la negociación colectiva no han logrado seguir el ritmo de la inflación impactando en el poder adquisitivo real de las personas trabajadoras. A ello se suma otro elemento como es la estrategia empresarial que, aprovechando la coyuntura económica, ha incrementado los precios por encima de sus costes para que no se vean mermados sus beneficios, más bien al contrario.

    Asimismo, gran número de empresas de estos dos sectores tienen entre sus clientes a la administración pública con la que contratan a través de un proceso de licitación. Pese a la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público que aboga por la incorporación al contrato de criterios de adjudicación cualitativos basados en el principio de mejor relación calidad-precio, el seguimiento realizado por el Observatorio Sectorial de Contratación Pública de CCOO del Hábitat muestra cómo los criterios económicos son los prevalentes en todos los casos.

    Basta para ejemplificar la situación algunos datos: en los seis primeros meses de 2022, el Observatorio ha registrado 1.083 contratos cuyo objeto era la contratación de la prestación de servicios de Limpieza o de Atención Domiciliaria. Pues bien, el ahorro para las entidades públicas contratantes, es decir la diferencia entre el precio inicial de licitación y el precio de adjudicación ha sido de más de 193 millones de euros. Dichas rebajas son equivalentes al salario de 13.813 personas trabajadoras durante un año.

    Ambos sectores son especialmente frágiles a la aplicación de criterios basados únicamente en los precios por cuanto las reducciones tienen un impacto directo en la fuerza laboral con el riesgo de una mayor precarización de sus condiciones de trabajo o el incumplimiento de los derechos laborales por parte de las empresas adjudicatarias pues es habitual incluir como mejora del contrato una bolsa de horas gratuitas.

    Para terminar, no se puede olvidar que siguiendo las orientaciones de la OIT, las políticas centradas en el mundo del trabajo, han de responder a una recuperación centrada en las personas y en el trabajo decente para todos y todas. El diálogo social y la gobernanza de las transiciones han de permitir acabar con la discriminación por motivos de género, las devaluaciones salariales que incrementan las desigualdades sociales y, lo que es peor, provocan que la precariedad laboral se convierta en precariedad vital.

    Es preciso un nuevo contrato social en el que la justicia salarial ocupe un lugar central y ese es nuestro objetivo.