CCOO del Hábitat

Recogida de firmas para conseguir la jubilación anticipada en el SAD de Madrid

CCOO del Hábitat de Madrid a través de su sector del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) ha iniciado una recogida de firmas entre las trabajadoras y trabajadores de este servicio en la Comunidad de Madrid, para solicitar la jubilación anticipada

06/02/2023.

Recogida de firmas para conseguir la jubilación anticipada en el SAD de Madrid

Recogida de firmas para conseguir la jubilación anticipada en el SAD de Madrid

El objetivo es conseguir inicialmente un mínimo de 5.000 firmas de las personas trabajadoras de este sector, para acompañar la reivindicación de introducción de coeficientes reductores de la edad de jubilación, debido a las condiciones de penosidad, peligrosidad y toxicidad que acompañan las labores de este servicio.

Esta recogida de firmas, es el punto de partida de una campaña más amplia que prevé diversas movilizaciones de todo tipo, y que se prolongará en el tiempo, con el objetivo final de que, por parte de las administraciones competentes en la materia, se introduzcan estos coeficientes reductores, en función de estas condiciones de penosidad y peligrosidad.

El Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) es un recurso público esencial para asegurar el bienestar de las personas mayores y dependientes en su entorno vital, garantizando una calidad de vida que no es posible conseguir en una institución, prestando una serie de atenciones dirigidas a promover su autonomía personal. Sobre su personal auxiliar recae la atención de las necesidades de quienes no son capaces de llevar a cabo las actividades básicas y esenciales de su vida cotidiana, garantizándoles su autonomía y la posibilidad de permanecer en su domicilio llevando una vida digna.

Sin embargo, pese a prestar estos servicios fundamentales para la sociedad, las auxiliares del Servicio de Atención Domiciliaria, son una de las plantillas menos protegidas frente a la multitud de riesgos para la salud y seguridad en el trabajo de todas las trabajadoras y los trabajadores de los sectores de la actividad productiva española.

El colectivo de auxiliares del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) es un sector fuertemente feminizado, en torno al 97,5% de las trabajadoras del servicio son mujeres, situándose la media de edad entre los 40 y 50 años. La precariedad también es otra de las características de este colectivo, en torno al 65% de las trabajadoras tienen contratos a tiempo parcial y cerca del 43% tienen además jornada partida. Todo esto supone que en la gran mayoría de los casos tener un contrato de auxiliar de ayuda a domicilio no supone tener unos ingresos suficientes para poder vivir exclusivamente de su trabajo.

Desde el punto de vista de la salud y seguridad en el trabajo, el personal de ayuda a domicilio enfrenta una gran desprotección al desarrollar su labor en domicilios particulares, encontrado dificultades muy importantes para una actuación de la inspección de trabajo frente a situaciones de actuaciones irregulares por parte de los usuarios o sus familiares.

Los principales riesgos y afecciones para la salud y seguridad de las auxiliares de ayuda a domicilio son: trastornos musculoesqueléticos, exposición a agentes químicos, exposición a agentes biológicos, riesgos psicosociales, estrés laboral, síndrome de Burnout (trabajador quemado), acoso moral, y acoso por razón de sexo, lo que puede suponer cuadros de ansiedad y depresión. A todo esto, hay que sumarle las situaciones de precariedad laboral y las dificultades económicas anteriormente descritas. En muchos casos, hay auxiliares del SAD que están trabajando prestando cuidados, cuando por su edad y estado de salud deberían ser ellas las que deberían estar recibiendo esos mismos cuidados.

Todos los motivos anteriores hacen que el personal del Servicio de Atención Domiciliaria sea un grupo de trabajadoras expuestas a condiciones laborales causantes de un envejecimiento físico y mental prematuro que deriva directamente en un elevado índice de absentismo laboral, cuya incidencia aumenta exponencialmente con la edad.

Desde CCOO del Hábitat de Madrid se considera que esta situación no puede seguir manteniéndose de esta manera y que las administraciones públicas deben actuar de forma rápida y decidida para mejorar las condiciones laborales y de salud y seguridad de las trabajadoras del SAD, y una de las principales debe ser introducir coeficientes reductores en la edad de jubilación, ya que cumplen con los requisitos que establece la ley para implementarlos: actividades laborales que tengan un excepcional índice de penosidad, peligrosidad, insalubridad o toxicidad, cuya realización, en función de los requerimientos físicos o psíquicos exigidos para su desempeño, resulten de excepcional penosidad y experimenten un incremento notable del índice de siniestralidad a partir de una determinada edad.