CCOO del Hábitat | 20 abril 2024.

10 de octubre: Día Mundial de la Salud Mental

    El escenario de la salud mental en el ámbito laboral muestra la escasa prioridad en las agendas políticas y de las empresas, mostrando una alta incidencia en el deterioro de la salud psíquica de los trabajadores y las trabajadoras en sectores esenciales representados por CCOO del Hábitat

    10/10/2022.
    Día Mundial de la Salud Mental

    Día Mundial de la Salud Mental

    En los últimos años se ha producido un deterioro generalizado de la salud mental de los trabajadores y las trabajadoras que emana, entre otras causas, de las condiciones laborales deterioradas a raíz de la pandemia del COVID-19; si bien ha sido una de las causas principales, no todo es atribuible a la pandemia.

    Los estudios publicados[1] revelan que la prevalencia del riesgo de mala salud mental en España no ha sufrido cambios trascendentes entre los años 2005 y 2010 (en torno al 15%); en el 2016 se produjo un ligero aumento (17,7%) y en el 2021 hubo un drástico incremento, donde más de la mitad de los trabajadores y las trabajadoras tenían el riesgo de poder sufrir trastornos psicológicos (55,9%).

    Al mismo tiempo, las tres últimas encuestas nacionales de salud (ENSE)[2] han situado la prevalencia de “morbilidad psíquica” significativamente menor en los hombres que en las mujeres (14,6% y 26,8% respectivamente en 2017).

    Si nos centramos en los sectores más afectados, las investigaciones recientes (Fundamed, 2021) muestran un aumento de más del 50% de la sintomatología de depresión, ansiedad y el insomnio[3] entre los profesionales que han estado en primera línea durante la pandemia.

    En cuanto a las exigencias del trabajo, el análisis de aspectos como las exigencias cuantitativas, presión de tiempo, ritmo y demandas emocionales de la última encuesta europea de condiciones de trabajo (EWCS, 2017) [4], revela que la Construcción es el segundo sector con mayores exigencias, por detrás del sector Sanitario, siendo factores que pueden ser desencadenantes de enfermedades ligadas a los riesgos psicosociales.

    Hasta muy recientemente, cuando se hablaba de la salud, entendida como un “estado de completo bienestar físico, mental y social” (OMS), se centraba en la salud física, dejando de lado la salud mental. La pandemia ha puesto en evidencia las carencias en cuanto a salud mental se refiere en el ámbito público y laboral, incluso las condiciones laborales se han devaluado.

    El INE estima que el 59% de los trabajadores y las trabajadoras sufre estrés laboral. Sin embargo, las soluciones para paliar esta situación tanto desde las administraciones públicas como de las empresas, a día de hoy, están por determinar. Este contexto conduce a un incremento paulatino del deterioro de la salud mental que, por ende, también afecta a la salud física y bienestar en general de los trabajadores y las trabajadoras.

    Ante esta situación CCOO del Hábitat demanda tener una mayor presencia de acciones encaminadas a la prevención de la salud mental en las agendas políticas. Es necesario prestar una mayor atención a la mejora de las condiciones laborales que inciden en la salud mental de los sectores esenciales como son los Servicios de atención a domicilio, la Limpieza de edificios y locales y la Seguridad privada, entre otros.

    Cuando hablamos de condiciones laborales que inciden en la salud mental de los trabajadores y las trabajadoras de estos sectores nos referimos a los bajos salarios, la inseguridad por la continuidad en el trabajo, la escasa conciliación de la vida laboral y familiar, largas jornadas, trato injusto, demandas emocionales, etc., en definitiva, factores relacionados con la organización del trabajo.

    No se puede abordar la salud mental y desvincularla de la organización del trabajo, es el punto de partida clave para una efectiva intervención psicosocial y reducción de las enfermedades de origen psíquico en las empresas.

    Las trabajadoras de sectores feminizados como son los Servicios de atención a domicilio o la Limpieza de edificios y locales están expuestas a unos riesgos psicosociales diferentes a los que pueden tener los trabajadores en sectores masculinizados como la Construcción. Por este motivo, los riesgos psicosociales hay que abordarlos con unos criterios objetivos, estableciendo unos indicadores para cuantificarlos, a través de una legislación marco específica que incluya la perspectiva de género.

    En este sentido, también se requiere establecer un registro específico por sexo que permita conocer las causas reales que producen el estrés laboral en cada caso y otras enfermedades mentales derivadas del trabajo; además, estas enfermedades deben ser reconocidas legalmente como profesionales.

    La integración de la vigilancia de la salud en el sistema sanitario público, con unidades de salud mental constituida por profesionales en esta materia y el desarrollo de programas de prevención y tratamiento de enfermedades profesionales relacionadas con la salud mental a través de dichas unidades, constituye un reto esencial para lograr un avance hacia la prevención de los riesgos psicosociales.

    Es evidente que para la implementación de estas acciones se demanda destinar recursos tanto por parte de las administraciones públicas como de las empresas.

    Conseguir un bienestar mental de los trabajadores y las trabajadoras con trabajos más saludables y seguros es el objetivo de CCOO del Hábitat.

    [1]. Albert Navarro et al (2021). Enlace: Exposición a riesgos laborales psicosociales y salud mental: evidencias en España 2005-2021

    [2] Encuestas nacionales de salud (ENSE) –2006, 2011 y 2017– . Enlace: Encuestas nacionales de salud (ENSE)

    [3] Fundamed (2021). Enlace: GrupodeTrabajo-Depresion-suicidio-urgencias-2021

    [4] EWCS (2017). Enlace: EWCS-2017