CCOO del Hábitat | 28 marzo 2024.

22 de marzo 2021, Día Mundial del Agua

    CCOO de Construcción y Servicios apuesta por la necesidad de realizar más inversión en las infraestructuras del ciclo integral del agua, para reducir fugas en las redes de distribución, así como mejorar el tratamiento de las aguas residuales

    21/03/2021.
    22 de marzo 2021, Día Mundial del Agua

    22 de marzo 2021, Día Mundial del Agua

    El valor del agua es mucho más que su precio: el agua tiene un valor enorme y complejo para nuestros hogares, alimentos, cultura, salud, educación, economía y la integridad de nuestro medio ambiente natural. Si pasamos por alto alguno de estos valores, corremos el riesgo de administrar mal este recurso finito e irreemplazable.. El valor del agua implica dimensiones sociales, ambientales y económicas convirtiéndose de esta manera en pilar del desarrollo sostenible y generando bienestar para las personas.

    Con la pandemia mundial provocada por la COVID-19, una de las cosas que hemos aprendido es que el agua es clave para hacer frente al coronavirus, así como muchas otras enfermedades infecciosas. Sin embargo, esta pandemia ha evidenciado aún más la vulnerabilidad de las casi 3 millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua. Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, tal y como recoge Naciones Unidas en su ODS 6, y avanzar en la robustez de los derechos humanos al agua y al saneamiento, merece toda nuestra atención. Un objetivo de desarrollo sostenible y unos derechos humanos que debieran ser interpretados como algo más que una mera declaración de intenciones. El acceso al agua es el derecho más fundamental. Sin ella, ni la salud, ni la alimentación ni la sostenibilidad medioambiental están garantizadas.

    Hoy en día, el agua se encuentra bajo la amenaza extrema de una población en crecimiento, la creciente demanda de la agricultura y la industria y el empeoramiento de los impactos del cambio climático.

    En nuestro país, este nuevo contexto de cambio climático nos llevará a sufrir un mayor estrés hídrico y unos patrones climáticos caracterizados por sequías y lluvias torrenciales, por lo que el principal reto de la gobernanza del agua consistirá en asegurar el agua para las personas, las actividades económicas que dependen de ella, y los ecosistemas que regulan el ciclo hidrológico y nos aportan múltiples servicios, muchos de ellos esenciales.

    Será necesario conectar a la ciudadanía con el verdadero valor del agua, transmitiendo la importancia y necesidad de ampliar, renovar y modernizar su gestión integral para hacer frente al cambio climático, puesto que se dibuja un escenario claramente más cálido y con menor disponibilidad de agua que en décadas pasadas. Nos dirigimos a una crisis del agua sin precedentes, con una previsión de reducción de recursos hídricos de hasta el 40% en algunas zonas de aquí a final de siglo, lo que definirá una nueva realidad de país. Se calcula que para el año 2030 un 65% de la población española sufrirá las consecuencias de la escasez del agua, por lo que ante un país de recursos hídricos escasos, una mejor gestión del agua es enormemente importante para las políticas del desarrollo del bienestar, gestión y uso responsable de los recursos.

    Desde CCOO de Construcción y Servicios apostamos por la necesidad de realizar más inversión en las infraestructuras del ciclo integral del agua, para reducir fugas en las redes de distribución y mejorar el suministro de agua y el tratamiento de las aguas residuales, porque mejorar la gestión del agua pasa por conocer su verdadero valor.

    Nuestro país lleva años restringiendo las partidas presupuestarias para infraestructuras, por lo que la red de saneamiento empieza a estar dañada y las aguas residuales pueden acabar invadiendo los acuíferos. El envejecimiento de las infraestructuras del agua y la falta de inversión hacen peligrar la sostenibilidad de los servicios del agua. Esta mejora de las infraestructuras del agua en España largo tiempo pospuesta, puede servir para aumentar su valor al mismo tiempo que suponen una palanca para la reconstrucción económica, aunque parece que no ha encontrado hueco entre las grandes políticas tractoras que pretenden reactivar España.