CCOO del Hábitat | 28 marzo 2024.

Campaña de protección de los sectores esenciales de Atención Domiciliaria y Limpieza

    CCOO de Construcción y Servicios de Asturias inicia una campaña para que la administración y los ayuntamientos protejan y potencien los sectores esenciales de Atención Domiciliaria y Limpieza exigiendo una mejora en las condiciones laborales de ambos colectivos que suman en Asturias más de 15.000 trabajadoras y trabajadores

    06/11/2020.
    Campaña de protección de los sectores esenciales de Atención Domiciliaria y Limpieza

    Campaña de protección de los sectores esenciales de Atención Domiciliaria y Limpieza

    Ante la situación que se lleva viviendo desde hace tiempo en los sectores de Atención Domiciliaria y de Limpieza de Edificios y Locales acentuada ahora por la pandemia del Covid-19, desde CCOO de Construcción y Servicios de Asturias queremos reivindicar la necesidad de proteger y potenciar estos sectores profesionales esenciales ya que son colectivos fundamentales en la estructura social de la región.

    Una estructura social apuntalada por dos sectores con más de 15.000 trabajadoras que a pesar de que se encuentran entre los más precarios y con peores condiciones laborales, se han revelado como imprescindibles en el soporte básico del mantenimiento de la salud y bienestar de nuestra sociedad sobre todo en esta etapa pandémica donde han estado desarrollando su trabajo en primera línea.

    Año tras año, inexistentes, olvidadas e ignoradas por todas las Administraciones Públicas son subcontratadas al mejor postor a través de concursos regidos por pliegos de condiciones que se convierten en puras subastas, cuyo criterio económico sigue siendo el aspecto más vinculante y primordial a la hora de adjudicar los contratos a las empresas, intentando hacer equilibrios para evadir en la medida de lo posible las clausulas sociolaborales de los pliegos, porque lo que realmente se está demostrando que importa es que el servicio sea el más barato (a veces tan barato que incluso no da para pagar las propias subidas salariales basadas en el IPC de los convenios).

    Con esta actitud se está demostrando una vez más, que donde las distintas Administraciones y Ayuntamientos ven un ahorro de costes para priorizar el criterio de que las empresas no obtengan “beneficio” económico, lo que realmente se está generando es, sin lugar a dudas, más precariedad en las condiciones laborales de estas trabajadoras y más conflictividad laboral por exigir unos derechos que les son legítimos porque así se han peleado y conseguido en la negociación colectiva de ambos convenios.

    Convenios que entre otras proezas recogen el derecho a 12 horas anuales para asistir al médico, proporcionales a la jornada laboral marcada por el contrato de cada trabajadora, (pocas son las trabajadoras que llegan a una jornada completa lo cual implica que sus salarios pasan por muy poco el SMI (salario mínimo interprofesional) generando no solo el sentimiento de exclusión del sistema de protección laboral sino también la falta de reconocimiento social ante la labor tan importante que están desarrollando en estos momentos como colectivos esenciales.

    No olvidemos que también de ese “beneficio” económico (que no existe en la adjudicación de los contratos porque las Administraciones así lo determinan), en estos momentos ante la pandemia Covid-19 las empresas restringen al máximo el reparto de equipos de protección, mascarillas, guantes, etc. Eso en el mejor de los casos, ya que en otros ni siquiera los facilitan o cuando hay contagio en el centro de trabajo, en vez de enviarlas a la mutua que les genera un coste, las envían a la seguridad social para que cojan la baja por enfermedad común, y para colmo ya ni siquiera se garantiza el seguimiento de la realización de las PCRs necesarias que eviten el contagio de la enfermedad en cadena, poniendo en serio riesgo su salud y la de su entorno laboral, familiar y social.

    Sin lugar a dudas el criterio económico de adjudicación de los contratos genera un efecto dominó, ya no solo a nivel laboral y salarial sino generando también un verdadero problema de salud pública, máxime cuando precisamente los usuarios de la atención domiciliaria y los centros de día, son siempre personas de riesgo, bajo la atención directa de estas profesionales, unido al sector de limpieza, que se está revelando como uno de los factores determinantes de la lucha contra la pandemia.

    Ante esta situación, es justo reivindicar que si el objetivo de las Administraciones es la calidad tanto para los usuarios de Atención Domiciliaria como para el servicio de Limpieza, no pueden olvidar bajo ningún concepto que esa calidad la ponen las trabajadoras día a día con su implicación, responsabilidad y profesionalidad.

    Desde CCOO de Construcción y Servicios de Asturias exigimos el compromiso de todas las Administraciones y Ayuntamientos para acabar con estas situaciones generadas por los métodos de adjudicación de los contratos de estos servicios bajo los parámetros de reducción impulsiva de costes.

    Se necesita dotación de competencias adecuadas para prestar unos servicios de calidad, extremando un sistema de control y vigilancia del cumplimiento íntegro, por parte de las empresas adjudicatarias, de las clausulas sociales, laborales y económicas que afectan a las trabajadoras. La Administración y Ayuntamientos, como responsables y principales garantes del servicio, no pueden mantenerse inmovilistas y permisivos ante los incumplimientos contractuales que se vienen produciendo en el desarrollo de la actividad.

    Estos contratos tienen que garantizar que las trabajadoras que desarrollan la actividad se vean reforzadas con garantías de seguridad y estabilidad en el trabajo y salarios que cubran las necesidades básicas de las personas, siendo precisamente el elemento que contribuya a la desprecarización y no un generador de desigualdades.

    Por tanto desde el sindicato vamos a impulsar una campaña que tiene como objetivo implicar a las distintas Administraciones y Ayuntamientos a adoptar un compromiso político que reconozca no solamente sobre el papel la labor de estas trabajadoras y trabajadores esenciales sino que sea un verdadero valedor y garante de la mejora de sus condiciones laborales y salariales con las empresas a las que les adjudican los contratos.